miércoles, 28 de marzo de 2018

¿QUÉ FUE DE... EL JOVEN SHERLOCK HOLMES DE 'EL SECRETO DE LA PIRÁMIDE'?

Aunque ahora tenemos a Benedict Cumberbatch, en los 80 hubo un joven Sherlock -más joven e inexperto- que conquistó nuestros corazones... y desapareció sin casi dejar rastro.


A lo largo de la historia del séptimo arte, muchos actores han encarnado al detective más famoso de todos los tiempos. Sherlock Holmes pasó de ser una icónica figura literaria a ser un apreciado personaje cinematográfico, con una serie de elementos característicos -el gorro, la pipa- que le acompañan hasta nuestro días. Desde los clásicos Basil Rathbone y Jeremy Brett hasta los más modernos Benedict Cumberbatch y Robert Downey Jr., el personaje creado por Arthur Conan Doyle ha seguido viviendo en la pantalla durante décadas.
Pero hubo un Sherlock diferente a los demás, más joven y aventurero, que protagonizó una de las películas adolescentes más queridas -aunque poco recordadas- de los años 80. Hablamos de 'El secreto de la pirámide' de Barry Levinson, que nos presentó una versión rejuvenecida del personaje, aunque conservando toda su inteligencia y perspicacia. El actor escocés Nicholas Rowe, de 19 años, fue el encargado de darle vida, y nunca olvidaremos su hiperactividad, su mirada curiosa y la química que tenía con su compañero de reparto, Alan Cox (John Watson). Así es como se encontraban por primera vez en la película:

Producida por Steven Spielberg, escrita por Chris Columbus, basada en la adolescencia de un personaje conocido por todos, pionera en los efectos especiales… Era de esperar que la película fuese todo un éxito. Y, sin embargo, de los 18 millones de dólares que costó la producción sólo se recuperaron en taquilla poco más de cuatro. Ante los números, puede considerarse un fiasco importante, por muy entrañable que siga siendo para aquellos que la adoraron en sus años de infancia. Con la poca repercusión del film, sus actores protagonistas tampoco lograron hacer despegar sus carreras, ni siquiera Rowe, protagonista absoluto de la película.
Lo cierto es que aquel fue el segundo trabajo del joven actor delante de la cámara. Su carrera acababa de empezar, y esta decepción comercial no le ayudó en nada. De hecho, durante aquella década sólo participó en un par de series televisivas. Tiene una explicación: Rowe aprovechó esos años para acabar su formación en Bellas Artes y Estudios Hispánicos en la Universidad de Bristol. Además, combinó sus estudios con un trabajo como analista de mercado -todos tenemos que comer- en una empresa de Londres.


Pero todo esto no quería decir que quisiera abandonar su faceta de actor. Muy al contrario, Rowe esperaba su oportunidad de seguir en la industria y lo consiguió, sobre todo, a través de la televisión. Aun así, participó en películas como 'Lock & Stock' (1998) de Guy Ritchie, 'Enigma' (2001) o 'La semilla de Chucky' (2004). Lo hemos podido ver también en series como 'Los Borgia', 'Doctor Who: Dreamland', 'Da Vinci's demons', 'The Last Kingdom' y 'Riviera', que combina con otros telefilmes británicos y poniendo la voz narradora a diversos documentales.
Aunque si tenemos que quedarnos con una aparición suya en una película reciente (le hemos visto en pequeños papeles en 'Snowden' (2016) y 'Un reino unido' (2016)), no tenemos ninguna duda. En uno de los momentos más divertidos y entrañables de 'Mr. Holmes' (2015), el crepuscular Sherlock Holmes de Ian McKellen entra a una sala de cine para ver su propia representación en pantalla. El detective es todo un icono viviente en el Reino Unido, y ese film es una clara muestra de cómo ha pasado a la historia: un hombre recto, extremadamente inteligente, con una gorra ridícula y fumando con una pipa enorme en la boca. ¿Y quién fue el encargado de interpretarlo en ese ejercicio de metacine? ¡Pues Nicholas Rowe! Un guiño que a los mejores fans no se les pasó por alto, y que puedes recuperar a partir del segundo 40 de este trailer:

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